martes, 20 de marzo de 2012

LOS BALLETS RUSOS DE DIAGHILEV 1909-1929 (MADRID)

Hasta el 3 de junio en la Fundación La Caixa de Madrid  se puede visitar esta bellísima exposición cuyo montaje me ha fascinado. Para presentarnos este interesante tema y la importancia de la figura de Diaghilev se ha creado una atmósfera envolvente a modo de puesta en escena en la que la luz, la música y diversos medios audiovisuales forman una especie de túnel del tiempo por el que el espectador se puede pasear muy agusto, disfrutando de cada cartel, de cada foto, vídeo, cuadro y de los espléndidos trajes y escenarios que en muchos casos han sido diseñados por Picasso, Juan Gris, Miró, etc.


jueves, 15 de marzo de 2012

Si de capitales pecados se habla... de lengua, un buen plato.







Por: José Luis Hernández S.
(México)


... ¡Ah!, pero qué tenemos aquí, un moribundo, ¡Eh, señor! ¿Qué le sucedió? No me diga que se desbarrancó... Malo, malo... ¡Mire nada mas en que situación quedó! Creo que no tiene un sólo hueso sano y aunque ese precioso líquido rojo no lo veo derramado por aquí, me imagino que en su interior ha de estar en suculentos charcos, mmm... No sé si lo que le voy a decir le sirva de consuelo en este momento, pero ha de saber usted que antes de morir, me prestará un gran, gran servicio; hoy tendrá la suerte de ser mi proveedor de alim... ¡Doctor! Pero si es usted... ni más ni menos... Tal vez usted no me conoce, lo sé por su expresión y por que no se ha avocado a la tarea de buscarme, sin embargo, para su desgracia, yo lo conozco perfectamente... ¿Qué he hecho para merecer esta suerte? Encontrarlo aquí, agonizando. Voy a tener el placer de verlo morir. Me sentaré a esperar ese momento tan sublime que ni siquiera soñé y que ahora, en esta lunática penumbra, me extasiará el gran drama de sus gesticulaciones... Pero, ¡qué descuido!, «doctor» Yo aquí hablándole de mis sentimientos y no he tenido ni siquiera la delicadeza de saludarlo. ¡Buenas noches!, «doctor». ¿Tuvo usted un accidente? ¿Se siente muy mal?, «doctor». ¿Ya no puede ni hablar? ¡Qué barbaridad!... Se volvió viejo doctor. Cómo es posible que siendo usted una persona tan cuidadosa, tan metódica, se atreva a viajar de noche a través de mi territorio, siendo estos tenebrosos parajes tan agrestes que hasta los mismos lugareños les tienen reservas. Es muy atrevido, «doctor». ¡Que descuidado! Quién lo iba a pensar de usted, no trae sus crucifijos de oro, ni su ostia sagrada, ni siquiera sus aromáticas guirnaldas de flores de ajo... Sobrestimó su trabajo, «doctor»... ¡Qué no hubiera dado mi primo –si usted no lo hubiese destruido- por estar aquí!, a mi lado, disfrutando éste momento... ¡Oiga!, se me está ocurriendo algo muy gracioso, una verdadera ironía del destino, pero no debemos perder tiempo, ya que está próximo a morir... Tal vez podríamos efectuar una comunión de nuestras sangres y así, al terminar su vida, pasaría a engrosar nuestras filas, ¿lo puede imaginar? ¿No le parece simpático? Usted que nos ha perseguido sin descanso, con tenacidad y desprecio; usted que creía habernos exterminado; está ahora a un paso de convertirse en uno más de los nuestros... Pero doctor, por favor quite usted esa mirada de desesperación; en el lamentable estado en que se encuentra no le queda más remedio que resignarse y aceptar el futuro que le voy a brindar... Mmmm... ¿Brindarle yo un futuro? ¿Soportarlo toda la eternidad? ¡No!, sería como premiarlo, ¡no lo haré! Sin embargo, dejarlo morir así, sin nada más, no sería lo correcto, me quedaría con un mal sabor de boca, debo satisfacer adecuadamente mi sed de venganza... ¡Doctor!, voy a darle el trato que se merece y, por lo que más quiera, quite esa maldita mirada de borrego a medio morir que no hará que me conmueva. He de hacer que su breve agonía le parezca eterna, que pague por mi primo y mis congéneres... ¡Si!, por mi querido primo que estuvo a punto de brindarnos un mejor hábitat, un proyecto que le llevó siglos desarrollar y que en el momento de su inicio, de repente, aparece usted y lo arruina todo... ¡Si! Todo se echó a perder por su culpa… y por la estúpida arrogancia de mi primo que lo llevó a cometer el error de menospreciarlo; sin embargo, entérese de que todo su esfuerzo fue inútil, porque, sin la presencia del conde con su infantil cerebro que opacaba y entorpecía mis acciones y sin la intervención de usted -asunto que estamos por arreglar- no habrá ser sobre la Tierra capáz de enfrentarme con éxito; ocuparé el lugar que tenía mi primo, ya no seré un ente sin brillo, he de trascender a través del tiempo, estaré presente en el pensamiento de todos los mortales hasta la eternidad... Pero, volvamos a lo nuestro, «doctor», que su tiempo se acaba y en este momento en que está a merced de mi inclemencia, cada segundo que pasa, es uno que pierdo para el gozo de torturarlo. No desaprovecharé esta oportunidad que el destino me brinda en bandeja de plata. ¡He de hacerlo pedazos! ¡Sentirá mi crueldad en cada una de sus partículas! ¡Sufrirá horrores que ni siquiera es capaz de imaginar! He de lograr que suplique por su muerte. Toda mi ferocidad recaerá en su persona, volveré locos sus sentidos. ¡Sí, doctor Van Helsing! De ésta no lo salva ni siquiera un argumento de Stoker Abraham. ¡Le juro por Dios que... ¡Aaggggh!... Grgrr, r, r...

lunes, 12 de marzo de 2012

"EL GATO"


José Luis Hernández S.
México
     


     Desde donde se mira con la bruma que precede al olvido, recuerdo mi imagen, la de un tierno lleno de curiosidad asomándose ya sea al agujero de alguna rata del jardín, o sobre la barda, mirando el patio vecino. Cosa curiosa mi precoz coordinación de movimientos, mi increíble flexibilidad; cuan fácil me era subir y bajar sigiloso la barda de un sólo brinco, era casi inagotable; ¡ah!, pero después de la substanciosa comida que devoraba con avidez, ¡que modorra! Ratos en duermevela,  ratos en sueño profundo al calor del sol sobre el verde y fresco pasto, a veces de lado, a veces patas arriba; pero siempre alerta, guiando mi oído al origen del más mínimo murmullo. Y después, el perezoso despertar, el estirar mis extremidades, mi cuerpo, alargado al máximo, separando los huesos; para luego sentir un bienestar indescriptible al volver a su lugar. En ese momento me encontraba lleno de energía, sabiéndome capaz de comerme el mundo a mordidas.

     Cuantas veces  me decía mi madre: Gato, como tal, tu tienes siete vidas, pero por confiado, no te van a durar mucho, te corriges o será patas de cabra quien te va llevar. Y como buen gato, acostumbrado a hacer mi santa voluntad, oído sordo a sus sabios consejos.

     Y ahora, cuando huía veloz sobre una marquesina de los disparos que un incivilizado me hacía desde su ventana, tropecé con un asustado gato, haciéndome perder el equilibrio y caer al suelo con todos los huesos quebrados.

       Dicen que cuando alguien va a morir, pasa por su memoria toda su vida. En mi caso, sólo he podido recordar esos dos momentos, que fueron los dones que me dieron oficio y la sentencia que marcó mi destino.


CHAGALL EN LA FUNDACIÓN CAJA MADRID

Madrid




En un excelente edificio situado en pleno corazón de Madrid (Plaza de San Martín), he disfrutado de uno de mis pintores favoritos, Marc Chagall y con entrada gratuita.
Visitar el edificio es ya un regalo pero además poder contemplar la interesante obra que se presenta es un lujo: la utilización del  color, su riqueza temática y simbólica, la influencia de los espacios y los ambientes, las personas tan presentes y esa parte onírica tan poderosa que parece invadirlo casi todo, creando para sí el universo de Chagall.
La exposición estará abierta hasta el 20 de mayo del 2010 así que aún hay tiempo para visitarla.


Fundación Caja Madrid+Museo Thyssen-Bornemisza.

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miércoles, 7 de marzo de 2012

Librería Desnivel

Madrid

Callejeando por el Barrio de Las Letras de Madrid me topé con una hermosa librería especializada en viajes; está situada en la Plaza de Matute número 6 y es de esos locales antiguos y con encanto a los que da gusto entrar. Además está muy bien surtida.