domingo, 15 de enero de 2012

                                                                                                  
"Si está vivo quien te vio,
toda tu historia es mentira,
pues si no murió, te ignora,
y si murió no lo afirma."

  Quevedo.





JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ  S.

Hay imbéciles que no sólo dicen que soy feo, sino que soy horroroso. Y no entiendo que referencia puedan tener. Hablan por hablar. Por la mañana escuché a quien se atrevía a describirme como un gallo de cuatro patas, con plumas amarillas, alas espinudas y cola de serpiente... Y ese otro ¡si! el greñudo difamador, ese que por las orejas el pelo le enredó las neuronas y que de la lengua puras blasfemias le escurren... Mire... que decir que en la cola  tengo otra cabeza de gallo... ¡y no!, no es cierto... la cola si me la  puedo mirar. Pero no crea usted que soy un dejado, un cobarde; hice acopio de entereza, respiré profundo tres veces y con voz sugerente llamé la atención de estos pelafustanes y, con mi mirada, los fulminé... Sin embargo, la desazón con que desperté hoy, no la puedo mitigar, tengo que averiguar como soy, nunca me había preocupado el asunto, soy todo un gran mito, no puedo ser horripilante... bien recuerdo haber leído la descripción que un tal Plinio hacia de mi: pequeño rey; serpiente que en la cabeza tiene una mancha clara en forma de corona. También hay referencias respecto a mi estirpe, en algunos anales, se refiere que soy hijo de Medusa y, si esto es cierto, mas bien debo ser guapetón... Medusa, si se le pone una pañoleta en la cabeza, sería la envidia de cualquiera de las mujeres más hermosas en este mundo, así que, comprenda mi situación, estoy destinado a no conocerme nunca.
     Su interlocutor, ciego de nacimiento y conmovido, puesto que tenía el mismo sentimiento de zozobra por reconocer su imagen, le dijo: Míreme a los ojos y se conocerá.
     El buen ciego, al no escuchar más a su interlocutor, dedujo que realmente debía de estar bastante feito, puesto que, al simple hecho de ver su imagen reflejada en los lentes de vidrios obscuros, típicos en los invidentes, despavorido, del susto, habría huido.


Octubre de 2010.   

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